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IATA celebró su 80 aniversario

La IATA festejó hace pocos días sus 80 años de vida de cambios continuos y actualizaciones obligadas

Es una asociación patronal, que reúne a las principales compañías aéreas del mundo. Esa sería una definición posible de lo que es la Asociación del Transporte Aéreo Internacional, la IATA. Sin embargo, sería una explicación escueta, pero sobre todo injusta. Hoy la Asociación reúne a 340 aerolíneas de 124 países, que representan juntas el 80% del tráfico aéreo mundial.

A pocos días de celebrar sus 80 años de vida, es imposible analizar la evolución del transporte aéreo global sin considerar y destacar el rol que ha cumplido la IATA, todo este tiempo. “Promover un transporte aéreo seguro, regular y económico en beneficio de los pueblos del mundo”, definió la entidad como misión en sus inicios.

IATA, el nacimiento

El 19 de abril de 1945, nació la IATA tal como la conocemos en La Habana. En realidad, reemplazó a una entidad similar anterior, pero mucho más pequeña. La Asociación nació como complemento, como contrafigura privada de la OACI, Organización de Aviación Civil Internacional, cuyos integrantes eran y son los Estados. Sin embargo, en buena parte de esos 80 años de historia, el mercado estuvo dominado por aerolíneas propiedad de los Estados y eso terminó generando una gran superposición entre OACI y la IATA. De hecho, la Asociación reguló muchos aspectos operativos (las tarifas, por ejemplo), durante mucho tiempo. No en vano, sus circulares se llaman “Disposiciones”, como las que firmaría cualquier Estado.

Era un híbrido curioso (…) era en esencia una asociación comercial con una tendencia innata a formar cárteles; pero también recibía la bendición de los Gobiernos”, define Anthony Sampson, en su libro “Imperios del cielo”. “La IATA era mucho más que un centro de regulación de tarifas; en efecto, suministraba maquinaria central de coordinación y sincronización de la creciente red de rutas aéreas. Sus congresos sobre armonización de horarios establecían relevos entre los vuelos. Sus comisiones técnicas y de seguridad mantenían normas comunes. Inventó el notable billete IATA, que no sólo iba a servir para reservar plaza en cualquier lugar del mundo, sino también para cambiar de línea aérea y pagar en cualquier divisa”, recuerda Sampson.

IATA: El desafío de los cambios

Sin embargo, a partir de 1979 la liberalización fue un verdadero vendaval para el sector aerocomercial, que poco a poco fue eliminando la regulación intensa. El cambio conceptual y filosófico arrastró a IATA al borde del abismo: si ya no regulaba el mercado en tarifas y horarios, ¿cuál sería su futuro y utilidad?

Y fue entonces que IATA apostó por la normalización y estandarización a fondo y avanzó en un esquema que combina un concepto de servicio ofrecido a sus socios y de lobby en defensa de las aerolíneas ante los gobiernos. De un modo básico, la Asociación se hizo necesaria, fundamental, de una nueva forma.

De esa concepción de servicio es hijo el sistema BSP (Bank Settlement Payment) de emisión y rendimiento común de la venta de tickets, el Programa de Agencias para auditar a las agencias de viajes, las auditorías IOSA y demás.

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Wilie Walsh, actual director General y CEO de la IATA.

Wilie Walsh, actual director General y CEO de la IATA.

IATA lidera hoy la descarbonización y se monta en las actualizaciones tecnológicas, como el NDC o todas aquellas que permitirán agilizar los procesos aeroportuarios (digital ID, QR, etcétera). “Y tenemos un papel crucial en asegurar el futuro de la aviación, reuniendo los recursos y la experiencia necesarios para que la aviación cumpla su compromiso de cero emisiones netas de carbono para 2050”, señaló Willie Walsh, director General y CEO de la IATA.

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