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El modelo Uber toma impulso en los cielos

Mientras las aerolíneas tradicionalesl se asemejan cada vez más a sus competidoras de bajo costo, la industria aerocomercial asiste al nacimiento de los vuelos privados compartidos, un pequeño pero muy lucrativo segmento de mercado.

El boom de las low cost ya pasó. Su matriz de negocio está plenamente consolidada en casi cualquier rincón del planeta, a punto tal que obligó a las aerolíneas tradicionales a “lowcostizarse” para que perdieran el menor market share posible. De hecho, las tarifas de estas últimas se redujeron notablemente, especialmente en los mercados domésticos y regionales, compensado la caída de ingresos con el cobro por separado de la elección del asiento, del equipaje facturado y del catering a bordo, entre otros recursos auxiliares.

En este contexto que llegó para quedarse, comienza a sumarse al negocio aerocomercial un segmento antes reservado para pasajeros de gran poder adquisitivo. Son los vuelos privados, que en su versión de “compartidos”, están presentes en plataformas como las estadounidenses NetJets o Wheels Up, que ofertan asientos de un avión para determinadas rutas en días y horarios, Un sistema que permite viajar en aeronaves ejecutivas a valores más accesibles y con la comodidad de hacerlo en aeropuertos mucho menos congestionados que los principales de cada ciudad.

El operador de vuelos privados más destacado de América Latina, Aerals, con una flota de más de 40 aeronaves (entre jet y turbohélices) y una red que supera los 40 destinos de la región, se propone sumarse a la iniciativa de compartir servicios. El lanzamiento, aseguró su director, tendrá lugar en breve en Argentina.

En Estados Unidos, Rudd Davis, ex presidente y fundador del poderoso grupo USA Today y anterior gerente general de Groupon, se propone democratizar al máximo esta modalidad. En abril de 2016 creó Blackbird, empresa con base en San Francisco que acaba de recaudar US$ 10 millones de la firma de capital de riesgo NEA, de Silicon Valley.

Su meta es que los vuelos privados sean tan accesibles como los viajes por carretera. “Aquellos que piensan que los viajes aéreos son una cuestión de lujo no deberían pensar en nosotros; no habrá sofás en nuestros aviones”, dijo Davis a la revista Forbes. En su camino lo acompaña Jonathan Golden, socio de NEA y ex directivo de Airbnb, quien se está uniendo a su junta directiva.

Pero a diferencia de Uber o Aribnb, esto no es una simple cuestión de establecer convenios con propietarios de autos o casas. Se necesitan pilotos profesionales (que no sobran) y aeronaves homologadas. De hecho, en 2014 la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) suspendió a AirPooler y Flytenow, dos startups que intentaron ingresar al negocio sin las cosas en regla. Por eso Blackbird lleva más de tres años buscando la hoja de ruta correcta. El reclutamiento de aeronaves y pilotos ya comenzó en la web.

Nada mejor que propuestas innovadoras para una industria que crece año a año.

FUENTE: el-modelo-uber-toma-impulso-en-los-cielos

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