Con mayor, menor o cero flexibilización, los establecimientos hoteleros y gastronómicos toman cartas en el asunto para adaptarse a la nueva ¿normalidad? En ese sentido, se van delineando protocolos con denominadores comunes como uso de tapabocas y de alcohol en gel, distancia entre mesas, implementación de insumos de único uso, modificaciones en el servicio de buffet, utilización de teléfonos celulares para el check-in y cambios en el room service, entre otros.
Reaperturas: llega la nueva ¿normalidad?
Sin embargo, también comienzan a conocerse algunos métodos innovadores que llevan a colocarle los signos de pregunta a la palabra “normalidad”: en este nuevo mundo de ciencia ficción hay inventos que rozan el surrealismo o nos remiten a escenas simpáticas. coronavirus y queda abierta en su parte posterior para permitir la entrada y salida del cliente.
¿Quién no asocia la creación del francés Christophe Gernigon con el cono del silencio del Superagente 86? El artista diseñó la mampara plástica Plex’Eat, transparente y de 80 cm. de diámetro, que rodea a cada comensal para protegerlo del"Todas las soluciones para separar clientes de restaurantes que he visto hasta ahora parecían salas de visitas en la prisión", le dijo Gernigon al sitio francés Paris-Bistro, haciendo alusión a uno de los métodos más utilizados en los restaurantes.
En Holanda, en tanto, pueden verse cabinas, como casitas de vidrio, diseñadas por Mediamatic, en las que caben una mesa y hasta tres personas.
Otra solución llamativa es la del restaurante Fish Tales, en Maryland, que ofrece unas originales mesas individuales que pueden ser trasladadas por el comensal donde lo desee.
Por su parte, el tradicional Hotel Sacher de Viena convirtió sus suites en restaurantes privados: se pueden alquilar para degustar desayunos, almuerzos o cenas, servidos por un mayordomo privado.
En cuanto a elementos de cuidado personal, cabe mencionar la mascarilla con boca mecánica de la empresa israelí Avtipus Patents and Inventions, que permite abrirla para“comer fuera de casa de manera segura”, facilitando la ingesta de comida o bebida sin la necesidad de quitarse totalmente el protector. Aunque probablemente sea más práctico el Soffio, un protector facial desarrollado por un grupo de diseñadores italianos, que consiste en una estructura inflable con una visera de plástico y tira elástica para ajustar a la cabeza. Así, la máscara se mantiene a una distancia segura pero deja espacio para consumir alimentos.
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