AIFA y Toluca sostienen el tráfico aéreo de pasajeros en la Ciudad de México, que no ha parado de crecer en el último año pese a la saturación de su principal terminal, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
AIFA y Toluca hacen crecer el tráfico aéreo en Ciudad de México
Pese a la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la capital sigue ganando pasajeros gracias al veloz crecimiento del AIFA y Toluca.
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) actualmente atiende a 266,649 pasajeros mensuales.
Tras cancelar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), la apuesta del gobierno federal fue distribuir el flujo de usuarios en tres complejos, que, en conjunto, han elevado el tráfico que se atiende en la región.
La saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) implicó la construcción de un nuevo aeropuerto en la base aérea militar de Santa Lucía, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que, a raíz de varias medidas, ha ganado pasajeros rápidamente.
De manera paralela, el Aeropuerto Internacional de Toluca ha elevado su tráfico de pasajeros pese a mantenerse con ocho rutas desde hace prácticamente un año, una oferta que ha quedado rezagada frente a la acelerada apertura de rutas del AIFA.
AIFA y Toluca compensan la baja del AICM
El AIFA actualmente atiende a 266,649 pasajeros mensuales, poco más del doble de lo que registra el Aeropuerto de Toluca. En lo que va del año, ambas terminales han crecido a un ritmo mensual de 4% a 3%, respectivamente, mientras el AICM se ha mantenido estable. En la comparativa interanual, el AICM incluso se ha estancado frente a los números de 2022.
En conjunto, las tres terminales atendieron a 4.7 millones de pasajeros el pasado agosto, un incremento de 6% respecto a 2022. Esto se tradujo en 282,373 pasajeros más, un crecimiento que se dio a través del AIFA y de Toluca, pues en este periodo el AICM perdió usuarios.
El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ha tenido ajustes relativamente bajos aún ante varios esfuerzos por intentar que su tráfico baje.
Desde septiembre del año pasado, las aerolíneas y el gobierno federal acordaron una reducción de 15% en el tope de operaciones por hora, que pasó de 61 a 52. Posteriormente, a finales de agosto pasado, se anunció un segundo ajuste, ahora por 17% de los horarios. Esto implica un 30% menos operaciones respecto a 2022.
Las principales aerolíneas afectadas serían las nacionales, pues las internacionales quedarían fuera de este ajuste. En concreto, las de mayor recorte serían las que cuentan con los mayores horarios de aterrizaje y despegue, como Aeroméxico, Viva Aerobus y Volaris.
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