La crisis venía amenazando el futuro de Aeromar. La aparición tardía de un posible inversor, Nella Airlines, le inyectó a la situación un poco de esperanza que, sin embargo, se esfumó rápidamente.
Hoy miércoles 15, Aeromar emitió un comunicado en el que anunció “el cese definitivo de sus operaciones, después de 35 años de volar ininterrumpidamente en México, Estados Unidos y Cuba”, detalla el comunicado. “Esta decisión responde a una serie de problemas financieros por los que atravesaba la aerolínea, así como la dificultad de cerrar acuerdos con condiciones viables que permitieran asegurar las operaciones de Aeromar a largo plazo”, prosigue el texto. “El equipo de la compañía realizó profundos ajustes financieros para mejorar su situación, sin embargo, en un entorno adverso, agravado durante la pandemia de Covid-19, las medidas tomadas no fueron suficientes para estabilizar la situación de la empresa”.
Aeromar y la crónica de una muerte anunciada
A primera hora del día, la compañía sufrió la cancelación de los vuelos a Tepic, Piedras Negras, Aguascalientes, Colima y Mc Allen, en Estados Unidos. La única ruta que operó fue la que une Ciudad de México con Ixtepec.
A este panorama se sumó la amenaza de huelga de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), ante el incumplimiento de Aeromar con el pago de sus deudas. Esos montos ascienden a $ 103 millones (US$ 5,5 millones) con los pilotos, pero que se suman a otros $ 3 mil millones (US$ 161 millones) que le debe al Servicio de Administración Tributaria, o SAT; y a otros $ 554 millones (US$ 29,8 millones) que se le debe a Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA). “Es casi un hecho, con 95% de probabilidad que el próximo jueves nos vayamos a huelga, queda una remota posibilidad de que Aeromar pague algunas de sus deudas o aparezca un inversionista”, declaraba el vocero de ASPA, José Alonso.
¿Intervendrá AMLO?
La falta de oferta aérea es una preocupación del gobierno federal. Así lo viene manifestando el mismísimo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y de hecho, es la justificación política para una serie de iniciativas como la creación de una aerolínea estatal que operará la Sedena (Secretaría de Defensa Nacional) y la apertura del cabotaje a las aerolíneas extranjeras.
En ese contexto, el cierre de Aeromar es claramente una mala noticia. Quizás es por eso que el titular de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México, José Humberto Gual Ángeles, pidió la intervención del presidente López Obrador en el caso Aeromar.
“Queremos hacer el último esfuerzo para que el presidente nos ayude, para que tome el control de esta aerolínea y sea la aerolínea del Estado y se la lleve a Santa Lucía. Salgamos adelante porque, esta aerolínea pudiese operar hoy si retoma el presidente el mando de la aerolínea. Hago el último llamado para que esto se solucione por las familias y trabajadores afectados. Es muy fuerte verlos y decirles se acabó”.
¿Podría ser Aeromar el núcleo desde el cual conformar la aerolínea estatal de la Sedena? Es probable, pero antes de eso, las negociaciones del gobierno con el potencial inversor, Nella Airlines, son cruciales.
¿Y Nella Airlines?
Apareció hace pocas jornadas el Aeromar by Nella como una salida, como la salvación para regional mexicana. Sin embargo, los hechos parecen haberse precipitado.
En declaraciones al periódico La Jornada, Mauricio Souza, CEO de Nella Airlines, reafirmó que mantiene su voluntad de invertir en Aeromar. Al parecer la clave es la negociación del inversor con el gobierno, por los adeudos que mantiene la transportadora con el SAT, que representa el monto mayor: de destrabarse este aspecto, el salvataje podría hacerse realidad.
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