“Hemos estados involucrados en el proceso de rediseño del espacio aéreo sobre el Valle de México. Las autoridades se han mostrado abiertas y permeables a nuestras consultas”, comentó José Luis Ruiz Llorente, director Regional para las Américas de Seguridad y Operaciones Aéreas de la IATA. “El nuevo esquema se aplicará desde diciembre y con los niveles de tráfico actuales no vamos a poder medir su verdadero y total impacto. Pero también por la misma razón es el momento ideal para implementarlo, con menos operaciones podremos detectar más rápidamente cualquier problema que haya”, agregó el ejecutivo.
En rueda de prensa, IATA se refirió así a la polémica entorno a la implementación del nuevo rediseño del espacio aéreo sobre el Valle de México.
IATA respaldó el nuevo diseño.
Días atrás el Servicio a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) confirmó que el nuevo esquema se aplicará desde diciembre próximo. La iniciativa recibió la crítica de los controladores aéreos y algunas entidades que nuclean a pilotos debido a que el Covid-19 generó una situación en donde el rediseño ya no se hace necesario ni urgente: los aeropuertos del área han visto caer su tráfico y ya no existen amenazas de saturación en el corto y mediano plazo.
El nuevo diseño del espacio aéreo está basado fundamentalmente en procedimientos PBN (Performance Based Navigation, o tecnología de aproximación satelital), que vuelve las operaciones más precisas. Gracias a esta implementación, el Sistema Aéreo Metropolitano (SAM), tendrá la capacidad para atender 125 millones de pasajeros al año: los 50 millones del Aeropuerto Internacional Ciudad de México (AICM, según lo registrado en 2019), con 1.300 operaciones diarias; los 60 millones esperados para Santa Lucía, con otras 1.300 operaciones diarias; y los 15 millones esperados para el aeropuerto de Toluca; todos los integrantes del SAM. Por supuesto, todas estas cifras fueron calculadas antes de la pandemia. En lo que va del año, el AICM recibió apenas 8,9 millones de pasajeros domésticos y 3,9 millones internacionales, lo que habla de una caída del 52,4% y del 61,4%, respectivamente, en comparación con 2019.
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