ACAPULCO. Destino icónico adaptado a la nueva normalidad

El grupo partió de Ciudad de México en un vuelo de Aeromar, única aerolínea que no suspendió operaciones a Acapulco. Actualmente, Aeromar cuenta con 24 frecuencias semanales a Acapulco. Además, ofrece a sus clientes su Salón Aeromar, ubicado en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y con capacidad para 50 personas. Los clientes de Aeromar que adquieren sus boletos de avión con las tarifas Beneficios y Todo Incluido pueden ingresar sin ningún costo y disfrutar de un agradable ambiente con atención personalizada, bar de cortesía y bocadillos así como internet inalámbrico, sanitarios, televisión y pantallas con información de vuelos.

En seguimiento a las medidas y protocolos de sanidad, actualmente el aforo permitido es del 30% con la sana distancia correspondiente. Asimismo, hay dispensadores de gel antibacterial y los alimentos, bebidas y botanas se ofrecen en empaques totalmente sellados. En relación a las medidas y protocolos de sanidad, el aforo permitido es del 30% con la sana distancia correspondiente. Al mismo tiempo, hay dispensadores de gel antibacterial, y los alimentos, bebidas y botanas se ofrecen en empaques totalmente sellados. A la llegada al aeropuerto de Acapulco se debe mostrar el Aviso Preventivo de Viaje, un cuestionario de salud solicitado por los aeropuertos para poder abordar un avión, así como a la llegada a los destinos.

Los periodistas se alojan en los hoteles Palacio Mundo Imperial y Hotsson Smart, propiedades en las hicieron sendos recorridos para conocer sus características y las medidas que han adoptado para prevenir contagios de Covid-19 entre los visitantes y colaboradores. Por disposición de las autoridades, la capacidad máxima de operación de los hoteles en Acapulco es del 50%. Con una variedad de suites y habitaciones, tanto Palacio Mundo Imperial como Hotsson Smart cuentan con programas de higiene y desinfección con medidas elementales como distanciamiento social, señalización de uso de cubrebocas y sana distancia, aforo máximo en elevadores y áreas comunes, como restaurantes, bufet asistido en restaurantes, dispensadores de gel antibacterial, toma de temperatura y un plan de desinfección profunda de habitaciones.

Por la noche, el grupo cenó en el restaurante El Mirador, desde donde se pudo atestiguar el espectáculo de clavadistas de La Quebrada, que también ha adaptado su oferta a la nueva normalidad.