El Gobierno de Portugal ha decidido conservar la mayoría del capital de TAP Air Portugal y limitar la entrada de capital privado a un máximo del 49%, reorientando así la estrategia de privatización de la aerolínea. La medida, recogida en el programa de Gobierno aprobado esta semana, según publican medios del país, supone un giro importante con respecto a planes anteriores que contemplaban una desinversión total del Estado.
TAP Air Portugal: crónica de una venta "a medias" a la sombra de la corrupción
Portugal asegura que no venderá por completo TAP Air Portugal tras años de amagos y causas de corrupción alrededor de la aerolínea.
Avión de TAP Air Portugal
La decisión responde tanto a factores políticos como a consideraciones estratégicas. Evita un proceso parlamentario que habría requerido un amplio consenso (especialmente improbable por la oposición del Partido Socialista y del partido Chega) y garantiza que el Estado mantenga el control sobre un activo considerado clave para la conectividad nacional y el posicionamiento de Portugal en rutas transatlánticas.
¿Por qué TAP Air Portugal debe privatizarse?
El Ejecutivo, presidido por Luís Montenegro, justifica esta privatización parcial como condición necesaria para asegurar la viabilidad económica de TAP a largo plazo. No obstante, establece como líneas rojas la permanencia de la sede y del hub operativo en Lisboa, así como la continuidad de rutas estratégicas, especialmente las que enlazan con Brasil y América del Norte.
TAP fue renacionalizada en 2020, tras el impacto de la pandemia, y desde entonces ha recibido más de 3.000 millones de euros en ayudas públicas. Una financiación que parece que empieza a dar sus resultados, ya que la compañía en el último año ganó 53 millones de euros, aunque se trata de una cifra inferior de lo esperada. (TAP Air Portugal gana un 67% menos que en 2024)
Una aerolínea marcada por la corrupción
La corrupción fue otra de las sombras que siempre ha perseguido a la aerolínea bandera lusa: durante el proceso de privatización parcial de TAP en 2015, el empresario brasileño David Neeleman, fundador de Azul y JetBlue, adquirió la mitad de la compañía.
Años después, se supo que, a través de una investigación de la Inspección General de Finanzas de Portugal, Neeleman habría utilizado fondos de la propia TAP, a través de un préstamo de Airbus por 226 millones de dólares, para financiar la propia compra de la aerolínea. Como parte del acuerdo, TAP se comprometió a adquirir 53 aviones de Airbus.
A estos hechos se suman otros casos de corrupción interna detectados tras auditorías y comisiones parlamentarias. Entre 2016 y 2022, se identificaron pagos irregulares a varios altos directivos de TAP, que recibieron cantidades de entre 15.000 y 36.000 euros para costear los estudios de sus hijos, en lo que se considera una especie de sobresueldo paralelo. Entre los implicados figuran ex presidentes ejecutivos y directores financieros de la compañía, tal y como se publicó en Ladevi. (TAP Air Portugal: el gobierno luso revela más corruptelas).
La gestión de TAP también estuvo marcada por la contratación de familiares de altos cargos, como ocurrió en 2019, cuando el entonces presidente de la aerolínea, Miguel Frasquilho, incorporó a su esposa como asesora, lo que derivó en la dimisión de un ministro del gobierno portugués.
Luego, en 2017, otra trama de corrupción vinculada a sobresueldos e irregularidades en los pagos llevó a la renuncia del ministro de Economía de la época.
En 2020, la renovación de la flota de aviones de TAP generó un nuevo escándalo al descubrirse que la compañía había gastado decenas de miles de euros de más, lo que provocó la dimisión del ministro de Infraestructuras y Vivienda.
¿Quién podría comprar TAP Air Portugal? Dos pretendientes y ninguna certeza.
Entre los grupos que han manifestado su interés destacan tres grandes conglomerados europeos: International Airlines Group (IAG), Lufthansa y Air France-KLM. El atractivo principal reside en la red transatlántica de TAP y su posición geográfica como punto de enlace entre Europa, Sudamérica y África. (TAP Air Portugal es la mejor aerolínea volando hacia África y Sudamérica).
El proceso, aún en fase preliminar, no tiene calendario definido ni se ha concretado el porcentaje exacto de participación que saldrá al mercado. Eso sí, desde el Gobierno luso se subraya que cualquier operación deberá garantizar el mantenimiento de la “identidad portuguesa” de la compañía y su papel estructural en la economía nacional.
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