IATA publicó una nueva edición de su previsión sobre la producción de combustibles de aviación sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés). Según la Asociación, este año la producción de SAF alcanzó los 1.300 millones de litros, el doble respecto a la producción en 2023 (600 millones de litros).
Según IATA, la producción de SAF crece de forma lenta y desalentadora
IATA ve con preocupación la expansión lenta de la producción de SAF y propone algunas soluciones para acelerar
El SAF representa el 0,3% de la producción mundial de combustible para la aviación, y el 11% del combustible renovable en todo el mundo.
Una nueva estimación cae de forma notable respecto a la producción prevista para 2024 de 1.900 millones de litros, debido a que las principales instalaciones de producción de SAF en Estados Unidos han retrasado el aumento de su producción hasta el primer semestre de 2025.
En 2025, se espera una producción de 2.700 millones de litros de SAF, equivalente al 0,7% de la producción total del combustible para la aviación y el 13% del combustible renovable en todo en todo el mundo.
La producción de SAF bajo escrutinio de IATA
“La producción de SAF está creciendo, pero lamentablemente a un ritmo demasiado lento. Hoy los gobiernos envían señales contradictorias a las petroleras, que siguen recibiendo subvenciones por la prospección y producción de petróleo y gas. Y los inversores en la producción de combustibles de nueva generación parecen estar esperando a recibir dinero fácil antes de pisar el acelerador”, dijo Willie Walsh, director General de IATA.
“Teniendo en cuenta que las aerolíneas —que son el centro de la cadena de valor—, sólo obtienen un margen de beneficio neto del 3,6%, los inversores en SAF deben ser prudentes y constantes, no frenéticos. Pero no olvidemos que las aerolíneas están deseando comprar SAF, y los inversores y las empresas que ven el futuro a largo plazo de la descarbonización podrán obtener beneficios. Los gobiernos pueden revertir esta situación reduciendo las subvenciones a la producción de combustibles fósiles y sustituirlas por medidas destinadas a incentivar la producción de energías renovables, incluido el SAF”, continuó el directivo.
IATA ante la descarbonización
“La descarbonización de la industria aeronáutica debe considerarse parte de la transición energética mundial, y no una cuestión aparte. Lograr una industria de aviación sostenible también beneficiará a la economía mundial, dado que las refinerías de combustibles renovables producirán una amplia gama de combustibles utilizados por otras industrias, y sólo una pequeña parte será SAF, destinado a las aerolíneas. Necesitamos que todo el mundo produzca tanta energía renovable como sea posible para todos los sectores. Las aerolíneas simplemente quieren acceder a la parte que les corresponde de esa producción”, dijo Marie Owens Thomsen, vicepresidenta sénior de Sostenibilidad y economista jefe de IATA.
Para alcanzar las cero emisiones netas en 2050, IATA ha señalado se necesitarán entre 3.000 y algo más de 6.500 plantas nuevas de combustibles renovables, que también producirán diésel y otros combustibles renovables para otras industrias.
La inversión media anual necesaria para construir las nuevas instalaciones durante los próximos 30 años es de US$ 128 mil millones en el mejor de los casos. Es importante señalar que esta cantidad es significativamente inferior a la suma total estimada de inversiones en los mercados de la energía solar y eólica, que ascendió a US$ 280 mil millones anuales entre 2004 y 2022.
“Los gobiernos deben ofrecer de manera inmediata incentivos concretos para acelerar la producción de energías renovables. Ya existe un modelo a seguir con la transición a la energía eólica y solar. La buena noticia es que la transición energética, que incluye SAF, necesitará menos de la mitad de la inversión anual que exigió la puesta en marcha de la producción eólica y solar a gran escala. Y una buena parte de la financiación necesaria podría proceder de las subvenciones retrógradas que los gobiernos conceden a la industria de combustibles fósiles”, dijo Walsh.
Medidas a corto plazo
IATA señala tres medidas que pueden acelerar la producción y desarrollo de los SAF.
La primera de ellas es el aumento del coprocesamiento. Las refinerías existentes pueden coprocesar hasta un 5% de materias primas renovables aprobadas junto con los flujos de petróleo crudo. Esta solución puede aplicarse de manera inmediata con una inversión mínima. La iniciativa debería ponerse en marcha y extenderse con urgencia para permitir el coprocesamiento de una mayor cantidad de materias primas renovables. Para 2050, el coprocesamiento podría ahorrar US$ 347 mil millones en inversiones, ya que se evitaría la construcción de más de 260 nuevas plantas de combustibles renovables.
Asimismo, sería positivo diversificar la producción de SAF. Hay 11 vías certificadas para fabricar SAF, pero el método HEFA (ácidos grasos de ésteres hidrotratados (aceite de cocina usado, grasas animales, etc.) representa alrededor del 80% de la producción para los próximos cinco años.
Los volúmenes de SAF podrían incrementarse aumentando la inversión para una mayor producción mediante el resto de vías aprobadas, en particular Alcohol-to-Jet (AtJ) y Fischer-Tropsch (FT), que utilizan desechos y residuos biológicos y agrícolas.
Finalmente, crear un marco global de contabilidad de SAF: Es esencial disponer de un registro que permita a las aerolíneas beneficiarse de los atributos medioambientales de sus compras de SAF y poder reclamarlos frente a sus obligaciones de una manera transparente que evite la doble contabilidad. Este registro es necesario para conseguir un mercado mundial de SAF en el que todas las aerolíneas puedan comprar este tipo de combustible, y todos los productores puedan vender su combustible a las aerolíneas.
Temas relacionados