Las cifras del Indicador Trimestral de la Actividad Turística (ITAT) muestran que después del fuerte crecimiento durante el tercer trimestre de 2020, la reactivación turística perdió fuerza durante los últimos meses del año.
Reactivación turística perdió fuerza en meses recientes
Adicionalmente, los resultados esperados para el primer trimestre de 2021 tampoco son positivos, “con lo cual se prolonga la difícil situación que enfrentan los empresarios y prestadores de servicios turísticos, así como la población de los destinos”, reveló un reporte de Gemes Consultores.
El análisis profundiza en las cifras dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en días recientes, que refieren una caída del PIB turístico del 28.7% en 2020 respecto al año anterior, a pesar de que en el último trimestre del año pasado el PIB turístico creció 7.7% comparado con el trimestre previo.
“La fuerte contracción del PIB turístico en 2020, así como el comportamiento durante los primeros meses de 2021 para las actividades turísticas, llevan a proyectar que lo más probable es que la recuperación del sector será hacia el 2023, cuando se logren alcanzar los niveles previos a la epidemia de Covid-19”, estimó Gemes en su estudio.
En el mismo tenor se pronunciaron los líderes empresariales agrupados en el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quienes externaron en su momento su preocupación por la caída del PIB turístico y estimaron que la reactivación turística tendrá lugar, en el mejor de los casos, después de 2023.
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Reactivación turística a la baja: caída en el consumo de bienes y servicios turísticos
De acuerdo con el análisis de Gemes Consultores, en 2020 la caída en el consumo de bienes y servicios turísticos fue del 30.1%, “lo cual es una muestra del duro golpe que sufrieron las empresas y la población que se dedica a la atención de los turistas”.
El consumo turístico interior se refiere a la demanda por bienes y servicios turísticos en el país que realizan tanto los turistas nacionales como los que llegan del extranjero.
“La magnitud del mismo es muy importante para conocer el grado en el cual los destinos turísticos se benefician de la llegada de turistas, por la derrama económica que estos generan durante su estancia”, precisa el reporte.
De manera particular, el consumo turístico interior interno, que es la demanda por bienes y servicios que realizan los turistas nacionales al viajar en el interior del país se contrajo en un 24.7% en 2020, mientras que el consumo turístico interior receptivo (el que realizan los turistas extranjeros durante su estancia en el país) registró una baja del 56.4%, “acorde con la disminución del 46.3% en la llegada de turistas internacionales y, particularmente, con la caída del 57.3% registrada en la llegada de turistas internacionales por vía aérea”.
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