La industria de reuniones cerrará 2022 con una recuperación del 80% en el número de eventos y del 65% en ingresos estimados, según cifras difundidas por el Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir).
Industria de reuniones: reactivación y desafíos
Aunque a un ritmo más lento, la industria de reuniones ha logrado recuperarse. Comir estima que en el segundo trimestre de 2023 el sector MICE llegará a los números de 2019.
La recuperación plena, a niveles de 2019, llegaría en el segundo trimestre de 2023, dijo Alejandro Ramírez Tabche, presidente de Comir, a Ladevi Medios y Soluciones.
“La industria de reuniones se mueve con venta de futuros, no de un día para otro. Lo que vemos ahora es que en el primer y segundo trimestre de 2023 ya tenemos una recuperación al 100% de lo que teníamos en 2019".
“Hoy observamos un comportamiento parejo y constante de ventas. Vemos un muy buen crecimiento para 2023, con una industria con ánimos de estar al 100% y eventos de gran formato”, precisó el dirigente.
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De acuerdo con Comir, en 2019 la industria de reuniones contribuyó con el 1.6% del PIB nacional, en 2020 aportó el 1.25% y en 2021 representó el 1.35%. Si las proyecciones se cumplen, en 2023 el sector MICE aportaría de nueva cuenta el 1.6% del PIB nacional.
Coincide David Hidalgo, director de IBTM Americas, al señalar que la recuperación de la industria de reuniones registra una mejora notable en los números.
“La facturación cada vez es más cercana a lo que lográbamos en 2019, hay marcas que incluso ya están al 80%-90% de lo que se facturaba en 2019. Estamos regresando a ese volumen de actividad. Calculo que en el primer semestre de 2023 vamos a alcanzar la recuperación plena”.
Si hablamos de dinero, World Meeting Forum estima que la derrama económica directa del sector de reuniones ronda los US$ 22 mil millones.
“Esa cifra podría ser incluso conservadora si se tiene en cuenta que sólo incluye lo relacionado a la derrama por hospedaje, transportación y alimentos, sin considerar otros rubros indirectos y los gastos ‘informales’ que los visitantes hacen fuera de los hoteles y centros de reunión”, comentó Rafael Hernández, presidente de World Meetings Forum.
Segmento MICE: retos por superar
Pese a la buena senda que transita la industria, la comunidad MICE afronta también desafíos relevantes.
“La industria vive retos muy fuertes respecto a la recuperación de los profesionales capacitados que perdió y trata de reponer. Mucha gente salió de sus centros de trabajo y regresaron a sus ciudades de origen. En Cancún, por ejemplo, los hoteleros y profesionales en organización de eventos tienen una cantidad enorme de vacantes para dar servicio de todo tipo: hospedaje, restaurantes, entregas de producción, etcétera”, explica Hidalgo.
Otro desafío, añadió el director de IBTM Americas, es la demanda de políticas públicas dirigidas al sector y atención de las autoridades a la comunidad MICE.
En el ánimo de subsanar este punto, en el más reciente Congreso Nacional de la Industria de Reuniones (CNIR) se llevó a cabo el primer foro de políticas públicas de la industria de reuniones.
Por su parte, Hernández consideró que la reactivación también impone retos a la industria de reuniones.
“Los profesionales, compradores, vendedores y en general el mercado está ávido de reunirse y viajar, pero mientras el sector estuvo trunco por los años de encierro, sucedieron grandes transformaciones en las formas de interacción humana, y discusiones importantes —como la sustentabilidad— se hicieron más fuertes, lo que generó retos y nuevas formas de hacer las cosas”, expuso.
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Tendencias: sustentabilidad, formatos híbridos y digitalización
Respecto a las tendencias identificadas en el mercado local, Hidalgo afirmó: “Por un lado, el tema de la digitalización y de la tecnología sigue siendo un reto en muchos sentidos. Hay que aprender a usar la tecnología y convertirla en mejores experiencias para los usuarios. Hay líneas de negocio nuevas que esta industria está aprendiendo a sacar adelante”.
Por otro lado, agregó, la sustentabilidad ya no es una moda sino una obligación para las empresas alrededor de la organización de eventos.
En ese orden de ideas, la inclusión y la diversidad son también elementos a considerar en la planificación de eventos, apuntó.
El presidente de Comir dijo, a su vez, que el componente digital y el formato híbrido van a permanecer.
Sin embargo, acotó, “no creemos que vaya a reemplazar a lo presencial. La gente quiere intercambiar, compartir y celebrar y para eso tiene que reunirse en persona”.
Bodas y turismo de romance
El valor de la industria de bodas representa alrededor de US$ 30 millones al año, según datos de WeddingWire y TripSavy recogidos por Kitzia Morales, fundadora de KGroup Wellbeing Meetings y miembro de International Association of Destination Wedding Professionals (IADWP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la experta, un 25% de las bodas de Estados Unidos son Bodas Destino, de las cuales el 60% se realizan en México.
Respecto a la reactivación del sector, Oscar Mejía, director de la Asociación de Consultores de Bodas (ABC, por sus siglas en inglés) capítulo Ciudad de México, señaló que ésta comenzó en el último semestre del año pasado.
“Vimos un boom en el último trimestre del año pasado pero fuimos muy objetivos para que no hubiera un sesgo con lo que estaba pasando: fueron todas las bodas que se pospusieron por la pandemia”.
La recuperación como tal, explicó, comenzó a partir de este año y calculó que el segmento cerrará 2022 con una cifra similar a la de 2018, año que tuvo un mejor cierre que 2019, cuando registró una caída de cerca del 20% con respecto al año anterior.
“Cerramos un 2019 muy flojo. Si contrastamos el cierre de 2022 con el cierre de 2019, recuperaríamos ese 20% de pérdida. Si nos va bien, para 2023 o principios de 2024 en el sector bodas podemos estar más sanos ”, dijo en diálogo con este medio.
La Secretaría de Turismo federal (Sectur) destaca que la importancia de las bodas y, en general, del turismo de romance radica en la oportunidad que brinda para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas que forman parte de su cadena de valor.
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Tendencias: bodas de fuga, bodas tradicionales y efecto compensación
A propósito de las tendencias en las celebraciones matrimoniales, Mejía se refirió al fenómeno de auto compensación.
“Vemos que los eventos son un poco más pequeños pero con mayor presupuesto. Nos dimos cuenta que el fenómeno de auto compensación se cumple maravillosamente: después de tanto encierro y limitaciones la gente decide gastar en 100 o 150 personas lo que iba a gastar en 300 invitados para ofrecer una mejor experiencia. Por ejemplo, un menú más elaborado o una mayor inversión en decoración o entretenimiento”, explicó.
Por otro lado, expuso, una tendencia que ya se veía muy marcada a principios de 2020 y que se fortaleció durante la pandemia, es que las parejas buscan experiencias únicas.
“Se han dado nuevas líneas de negocio con todo lo que tiene que ver con experiencias gastronómicas, en donde ya no nada más tienes una boda sino una experiencia de la mano. Desde una boda con maridaje o una cata muy particular, hasta otro tipo de experiencias”, detalló.
Asimismo, la sustentabilidad es un valor fundamental para las nuevas generaciones: “Vemos generaciones muy preocupadas por seleccionar proveedores que utilizan energías limpias y reciclaje. Entonces nos hemos dado a la labor de ser más selectivos en nuestra proveeduría”.
Sin embargo, advirtió, “no hay muchos proveedores a la altura de estas demandas porque siguen con antiguas praxis. Hay que entender que llevar un negocio al nivel de sustentabilidad implica capacitación e inversión, reingeniería en maquinarias y equipos, etcétera”.
Por su parte, Sectur federal tiene registro de un nuevo nicho que está creciendo exponencialmente con las condiciones epidemiológicas y económicas actuales, que son las “bodas de fuga”.
Asimismo, la entidad promueve las bodas tradicionales, “capaces de satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones que buscan encontrar en las celebraciones ancestrales una experiencia digna de ser recordada”.
De acuerdo con la dependencia, los mercados principales para este tipo de turismo son Estados Unidos, Canadá y América del Sur, siendo Asia y Europa los que están en auge.
Sectur, en colaboración con Destination Wedding Specialist Association (DWSA), las Secretarías de Turismo de diversos estados y los proveedores especializados en los destinos, se dio a la tarea de rescatar las bodas tradicionales y crear productos turísticos innovadores dirigidos al segmento de romance.
Como resultado, para 2022 se elaboraron 10 catálogos que presentan la oferta de bodas tradicionales en los estados de Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Yucatán.
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