El CCE desmintió a AMLO y cuestionó el plan oficial

En una conferencia virtual convocada por el diario Reforma, en la que participaron los dirigentes de los 12 organismos que conforman el CCE, su presidente, Carlos Salazar Lomelín, enfatizó que en las medidas presentadas al presidente Andrés Manuel López Obrador en una reunión la semana pasada en ningún momento se pidió reducción de impuestos, salvamento de compañías o derogación de responsabilidades fiscales.

“Nunca ha pedido el sector privado salvamentos; nunca hemos pedido, como se dijo el domingo pasado, ‘socializar las pérdidas y privatizar las ganancias’”, aseveró el líder empresarial.

Asimismo, cuestionó la viabilidad de la creación de empleos propuesta por el presidente: “Estamos convencidos de que la única manera de resolver la problemática de pobreza de una sociedad es a través de los empresarios y su parte en las inversiones. Sabemos que de lo que se invierte en nuestro país, el 90% lo invertimos los privados y solamente un 10% el sector público. Es imposible querer resolver esta problemática aumentando solamente la inversión pública; es imposible atemperar el problema de empleo creyendo que sin inversión privada se puedan construir, como se nos dijo, dos millones de empleos en nueve meses. Eso no es realista”.

Salazar Lomelín explicó que la semana pasada el sector privado propuso al mandatario un programa a 90 días para paliar la contingencia económica.

“Nos hubiera gustado ver el domingo la firma de un convenio nacional, le llamamos Consejo Económico Permanente (como el Consejo de Salud, que está atacando los problemas de salud) donde actuemos

coordinadamente gobierno, trabajadores, sector privado y sector social a nivel nacional”, detalló.

Entre las acciones propuestas por los empresarios se encuentran diferir, no condonar, las contribuciones de seguridad social y el pago de impuestos y servicios sin cargos de intereses. De acuerdo con el dirigente, esas contribuciones que se dejarían de pagar por 90 días se regresarían al gobierno en 12 pagos a lo largo de 2021.

En el caso de los sectores críticos, como la aviación, la hotelería, los restaurantes y algunos otros particulares la idea era que se pudiera diferir desde abril el 100% de las contribuciones a la seguridad social y establecer con fondos públicos un programa de $ 100 mil millones para que la banca de desarrollo garantizara, a través de la banca privada, créditos a las Mipymes que tuvieran problemas de liquidez para conservar la nómina, entre otras medidas.

“El presidente cree que podrá incrementar la recaudación aún con estas condiciones. Se lo dijimos con claridad: esto es materialmente imposible. Si un empresario tiene que pagar el recibo de luz o el ISR y elegir entre pagar eso o despedir a sus trabajadores, lo más seguro es que prefiera pagar a los trabajadores que pagar la contribución al Estado. Eso va a ser una realidad, no tiene por qué no tomar las medidas anticipadamente”, criticó.

En respuesta, el presidente López Obrador dijo en la conferencia de prensa que ofrece cada mañana desde Palacio Nacional que no es posible diferir el pago de impuestos. “Al contrario, le vamos a pedir a Carlos Salazar que nos ayude hablando con los dueños de las grandes empresas que deben dinero a la hacienda pública; si nos pagan, tendríamos muchos más recursos para apoyar a las Pymes”, apuntó.

De acuerdo con el SAT, hay 15 grandes contribuyentes que, incluyendo multas y recargos, deben $ 50 mil millones.

Sobre si el apoyo solicitado por el CCE era para Pymes o para grandes empresas, el mandatario dijo que “al momento que se solicita el que haya una tregua en el pago de impuestos aunque se hable en nombre de las Pymes se corre el riesgo, y así lo dice la historia, de que se vayan ahí todos. Imagínense si se nos cae la recaudación y no tenemos para apoyar a los pobres”.

López Obrador sostuvo que Salazar está en su derecho de defender a su gremio pero “ojalá que él entienda que yo estoy aquí para representar los intereses del pueblo, de todos”.