Boliviana de Aviación se encuentra en pleno proceso de transición. No solo porque está expandiendo su flota con nuevos aviones, sino que también está incorporando nuevos destinos como Bogotá y Santiago de Chile.
Boliviana de Aviación: una aerolínea en transición
El viraje de la empresa implica ampliar sus horizontes y sin dejar de ser la empresa étnica elegida por la comunidad boliviana para viajar, también ofrecer al resto del mercado alternativas eficientes para llegar a Miami, Madrid o Perú, de modo eficiente y con intencionalidades turísticas.
Por eso hablamos con Ramón Urquizu Blades, gerente Regional de Boliviana de Aviación (BoA) y con Valeria Saporiti, jefa de Promoción y Ventas para tener detalles de esta transformación.
-¿Boliviana de Aviación está en plena transición?
Ramón Urquizu Blades (R.U.B.): -La explicación más clara es que ya no somos una aerolínea regional, vendemos otros destinos, nos hemos vuelto un conector. Uno de los planes que tiene el Estado Boliviano, debido a la posición geoestratégica de Santa Cruz de la Sierra, situada en el centro del Hemisferio Sur, es hacer allí un hub y no solamente para nosotros. Los otros hubs como Bogotá, por ejemplo, están saturados: conseguir allí un slot.
Boliviana de Aviación es una aerolínea del Estado y debido a esto nos preocupamos mucho no solamente por la imagen, sino por la responsabilidad final. BoA no tiene un dueño: tiene muchos, todos los habitantes del Estado Plurinacional de Bolivia. Por eso, entre otras cosas, el Estado nos pide que tengamos revenue, que tengamos beneficios. El equipo de BoA a colaborado muchísimo con eso y, con nombre y apellido, Valeria ha sido un baluarte en ese cambio de concepción de la empresa. Seguimos siendo la empresa étnica que transporta a los bolivianos, pero también los llevamos fuera y conectamos pasajeros de muchos otros países entre sí.
Las ventas de tickets hacia Lima son un éxito, el incremento a Miami y Madrid es excepcional.
-¿BoA incrementó su flota?, ¿qué otras rutas se vienen?
R.U.B.: -Estamos incorporando tres nuevos Airbus A330, uno de ellos ya arribó, los otros enfrentan procesos de pintura en Gales. Tienen una antigüedad promedio de seis años. Estos aviones incorporan un buen sistema de entretenimiento de abordo. Esto nos permite dedicar los Boeing B-767 para volar la ruta Santa Cruz de la Sierra/Miami.
Ahora bien, en aviación, los planes son más bien deseos. ¿Qué es lo queremos nosotros? Volar a Asunción, tres veces por semana, desde Santa Cruz. Seguimos esperando el slot que nos permita comenzar a volar hacia Bogotá y Santiago de Chile, que está muy próximo a concretarse. La mayoría de estos vuelos se realizarán con los Boeing B-737.
Parte de los retrasos tienen que ver con que el titular actual de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de Bolivia, Celier Arispe, ha sido nombrado parte del Consejo de Dirección de la OACI. Es un orgullo, pero se está viendo la designación de un sustituto.
La renovación de flota es una de las mejores cosas que nos ha sucedido este año.
-¿Cómo queda configurada la flota, entonces?
V.S.:-Incorporamos tres Boeing B-737/800 más y los tres A330 del que hablábamos antes.
Boliviana de Aviación: otro rostro, otra propuesta
-¿Está BoA recertificando IOSA (IATA Operational Safety Audit)?
R.U.B.:-Sí. Hemos alcanzado la precertificación, tuvimos tres observaciones sencillas y creemos que estaremos alcanzando la recertificación en enero próximo. Tener IOSA es importantísimo.
V.S.:-Incluso ser o no ser IOSA limita las operaciones aeroportuarias. Pero tener la certificación nos ha permitido firmar acuerdos con Latam Airlines, con Aerolíneas Argentinas, con Copa Airlines, y con Turkish Airlines.
R.U.B.:-Estamos muy contentos. Lo más importante para una aerolínea es la seguridad, lo demás viene después. Ser IOSA significa cumplir con más altos estándares de la aviación comercial.
-¿En cuanto al volumen de operaciones están en los niveles prepandemia?
V.S.:-Sí, sí, exacto. En cantidad de pasajeros, no alcanzamos aún los niveles de 2018. Pero hemos crecido mucho en oferta, en frecuencias y rutas. Nuestra recuperación fue mucho mejor y más rápida.
R.U.B.:-Es imprescindible hablar de una Humanidad prepandemia y pospandemia. Nosotros vendemos ilusiones, vendemos la posibilidad de que la gente se reencuentre, la posibilidad de ir a ver a un novio o una novia, ir a visitar a tu madre. Pero ya no somos los mismos: nos asomamos a la muerte con la pandemia y ya no somos los mismos. Como decimos en mi pago: “la mortaja no tiene bolsillos”. Por eso las ganas de disfrutar y de viajar hoy gravitan más.
Para las personas jóvenes los intereses han cambiado, prefieren hoy viajar a comprarse un departamento. Son pasajeros distintos, que vuelan con otras ideas, que saben que lo único que pueden atesorar son las experiencias. Cuando hablamos de ser una nueva aerolínea no nos referimos a ser una low cost y cobrar por la maleta, hacia eso no vamos, eso no va a suceder.
-En síntesis, la idea es ampliar el horizonte y ser más que una aerolínea étnica.
R.U.B.:-Yo abrí esta misma oficina en Buenos Aires hace años. En cuanto llegué fui a Liniers, a hablar con la comunidad. Éramos una aerolínea étnica y no dejamos de serlo: esta es la casa de los bolivianos. De hecho, somos una aerolínea estatal y el avión por extensión, según la Convención de Varsovia, el avión es parte del territorio boliviano. Los bolivianos nos siguen eligiendo. Pero gracias al excelente trabajo de Valeria, redimensionamos la aerolínea, mejorando algunos aspectos, abriendo puertas que estaban allí pero no se habían explorado y para abrirlas no tuvimos que cerrar otras: fue solo sumar. Que tratemos de imaginarnos una aerolínea diferente, no quita lo boliviano de nuestra empresa.
-En ALTA, Ronald Casso afirmó: “BoA fue el brazo logístico del Estado Boliviano en pandemia”, eso representa también una revalorización del rol de la compañía ante la sociedad. ¿Lo entienden así?
R.U.B.:-Yo era gerente en La Paz. Nosotros teníamos pocos aviones y durante la pandemia no los tuvimos parqueados mucho tiempo. Enseguida comenzamos a realizar vuelos especiales, de repatriación, trayendo material médico. No eran vuelos de itinerario, pero teníamos al menos dos o tres por semana.
Hay un tema que para nada es menor. El viraje político que ha realizado Bolivia en los últimos trece años ha sido muy importante para mi país. Boliviana de Aviación es parte de un proyecto político más grande y distributivo. Y eso hace que tengamos los mil ojos de la oposición política sobre nosotros. Por eso debemos ser rentables, puntillosos, transparentes. El proyecto político implica que redistribuir es la forma correcta que tenemos los humanos de vivir en sociedad, en contra de la propuesta neoliberal del rebalse.
V.S.:-Yo fui a recibir el primer envío de vacunas para Bolivia, que Aerolíneas Argentinas acercó hasta Buenos Aires y desde allí BoA las embarcó y las llevó a Bolivia. Fletamos un avión específico, con un embalaje adaptado porque se cargó las vacunas en cabina y en Bolivia garantizar toda la cadena de frío porque había que mantenerlas a determinada temperatura. Fue muy importante, y central.
R.U.B.:-Y la ayuda a mi país, durante la pandemia, por parte de Argentina, fue importantísima. Fue de una gran generosidad, los argentinos son solidarios, muy solidarios con nosotros.
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