El término técnico es “incidencias”, “disrupciones” o “alteraciones” de los vuelos, pero más allá de las cuestiones semánticas, un estudio elaborado por Amadeusrevela que ese aspecto es el que más preocupa a los líderes de la industria de las aerolíneas. Y lo más inquietante, es que las cancelaciones, continuarán creciendo.
Para Amadeus las alteraciones de vuelos son lo más preocupante
En un nuevo estudio, Amadeus asegura que las alteraciones de vuelos son lo que más preocupa a los líderes del sector.
Cabe citar en esta instancia, la definición que la propia OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), presenta del concepto “alteraciones de vuelos”, diciendo que son aquellas situaciones “en las que un vuelo programado se cancela, o se retrasa dos horas o más, dentro de las 48 horas siguientes a la hora de salida programada originalmente”.
El trabajo fue elaborado por Amadeus en conjunto con el proveedor de datos Infare y el primer dato revelador es que las alteraciones en los vuelos, específicamente los cambios de horario “se mantienen un 300% por encima de las normas históricas, mientras el sector de las aerolíneas sigue lidiando con la escasez de personal cualificado y el rápido retorno de la demanda de viajes aéreos en todo el mundo”, afirma el texto.
“Better together: Replanteamiento de la gestión de interrupción en la aviación”, es el título del reporte que ha concitado la participación de altos ejecutivos de aerolíneas y aeropuertos para comprender la magnitud del reto y cómo piensan reducir el impacto de los acontecimientos disruptivos en los pasajeros.
La mayoría de los ejecutivos de aerolíneas y aeropuertos encuestados (52%) dijeron que sus organizaciones están experimentando actualmente más alteraciones que en 2019, en comparación con un tercio que informó un número menor. “Teniendo en cuenta que cada vez más líderes del sector prevén que las incidencias seguirán siendo elevadas, la adopción de medidas para mitigarlas se ha convertido en una prioridad absoluta”, indica el reporte.
El informe de Amadeus
Según el trabajo, el 64% de las aerolíneas están invirtiendo en nuevas tecnologías para mejorar su respuesta a las alteraciones de vuelo. A la hora de justificar porqué lo hacen, los ejecutivos señalaron que pretenden “mejorar la imagen pública de las empresas”, con un 70%, muy por delante de “reducir costos”, con un 34%. Y es que las alteraciones generan esa doble instancia, del incremento de costos por los reprocesamientos y demás, pero también un impacto de marca que muchas veces resulta difícil de cuantificar.
Por otra parte, las aerolíneas señalan la necesidad de “una mayor integración de nuestros propios sistemas operativos para obtener una visión holística de los acontecimientos disruptivos” como la principal capacidad para mejorar su respuesta.
Los responsables de los aeropuertos, puntualmente, señalan la “falta de una tecnología común que reúna a las partes interesadas” como su principal reto a la hora de responder a las incidencias (50%). Otro tercio de los responsables aeroportuarios señalaron que “el suministro de información de última hora por parte de las aerolíneas” es un reto persistente.
Finalmente, todos los aeropuertos encuestados confirmaron que tienen previsto invertir en tecnología en sus Centros de Control Operativo para gestionar mejor las incidencias, y una cuarta parte tiene previsto hacerlo en los próximos 12 meses.
Harry Grewal, director de Infraestructura y Experiencia del Cliente de IATA, afirmó: “En 2022, las aerolíneas lucharon con problemas de suministro y personal, pero durante 2023, las aerolíneas y sus socios simplemente se enfrentan a un retorno sin precedentes de la demanda. Por supuesto, eso es muy bienvenido, pero trae sus propios desafíos operativos”.
Por su parte, Holger Mattig, vicepresidente Senior Ejecutivo de Amadeus Airport & Airline Operations, remarcó: “Las alteraciones de vuelo son un problema enormemente complejo que requiere que las aerolíneas, los aeropuertos, los servicios de asistencia en tierra y otras entidades trabajen en colaboración. Desgraciadamente, todavía tenemos demasiados silos de información en la aviación, lo que repercute en la respuesta global y, en última instancia, en los pasajeros. Sin embargo, percibo una verdadera determinación en todo el sector para dejar a un lado las tensiones comerciales históricas y ofrecer un enfoque mejor, más integrado y centrado en el viajero ante las incidencias de la actividad, potenciado por una tecnología compartida. En Amadeus, nos complace contribuir a este ecosistema de mayor colaboración entre las personas y la tecnología, que permite unas operaciones aeroportuarias más eficientes y una experiencia del pasajero más fluida de principio a fin”.
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