Al presentar los principales logros de la Secretaría de Turismo del estado de Querétaro, en el periodo 2015-2021, el titular de esta instancia, Hugo Burgos García, destacó el ritmo de crecimiento que registró el destino hasta antes de la aparición de la pandemia mundial del Covid-19, así como la inversión histórica en el desarrollo de proyectos de infraestructura y capacitación, las diversas estrategias de promoción y relaciones públicas, que le permitieron a la entidad, ser reconocido ante los mercados regional, nacional e internacional.
Querétaro, un destino seguro y creciente
El secretario de Turismo Querétaro presentó el balance de acciones de su gestión, y destacó inversiones en promoción turística y proyectos de infraestructura.
Hasta antes de que la pandemia sanitaria afectara gravemente a todo el sector turístico mundial, el estado de Querétaro había registrado un 31% de crecimiento en llegada de turistas, pasando de 1,9 millones de visitantes hospedados en hotel al cierre de 2015, al récord de 2,5 millones de turistas hospedados en hoteles de la entidad, para el final de 2019. En ese mismo año, la derrama económica surgida de la actividad turística en el estado, registró el récord de poco más de $ 12 mil millones en beneficio de la economía local.
Gracias al potencial turístico de la entidad, el número de hoteles creció de manera exponencial, alcanzando un 56% de incremento. “Pasamos de tener 365 hoteles en 2019 a 571 al cierre de 2020” detalló Burgos García.
Otro de los principales logros alcanzados durante los últimos seis años en materia turística, es el reconocimiento y crecimiento de la Ruta Arte, Queso y Vino, en la que actualmente participan más de 30 bodegas vitivinícolas, queserías artesanales, Pueblos Mágicos, y que en 2019, registró un récord de visitantes al alcanzar casi 1 millón de turistas hospedados en hotel al cierre de ese año.
Nueva infraestructura en Querétaro
Respecto a la inversión realizada por el Gobierno Estatal para el desarrollo de proyectos de infraestructura turística, fueron $ 560 millones destinados a este rubro durante los seis años de la actual administración estatal. En este sentido destacan obras como: la construcción del Hotel Ecoturístico “El Anzuelo”, ubicado en la presa de la comunidad de Tzibanzá, Cadereyta; la rehabilitación del aeródromo en Jalpan de Serra; la construcción del Malecón Río Adentro en la presa del Pueblo Mágico de Jalpan de Serra; y las remodelaciones y equipamiento en el Querétaro Centro de Congresos.
Durante este sexenio se invirtieron cerca de $ 253 millones en diversas estrategias de promoción turística y relaciones públicas, ejecución de campañas publicitarias, y desarrollo de marketing digital; con lo que se logró posicionar a Querétaro como destino.
De igual forma, se puso en marcha la operación de Centro de Atención y Protección al Turista (Capta), un organismo único en su tipo en destinos no playeros del país y que está dedicado a atender y canalizar cualquier eventualidad o emergencia que pueda sufrir un turista durante su estancia en Querétaro.
Más Pueblos Mágicos
Finalmente, se destaca también la obtención en 2018, del sexto nombramiento de Pueblo Mágico, con la localidad de Amealco. Un municipio donde nace la tradicional muñeca artesanal mexicana conocida como “Lelé”, y una vasta tradición indígena de los pueblos otomíes, que se presentan en una gastronomía única y costumbres milenarias transmitidas de generación en generación.
El secretario Burgos García, recordó que debido a la actual situación sanitaria en el país, en Querétaro se han establecido medidas restrictivas y movilidad correspondientes al “Escenario B”, las cuales determinan que los hoteles y moteles tienen una capacidad máxima del 75% de habitaciones, los restaurantes y cafeterías tendrán un aforo máximo del 75% de su capacidad, con horarios hasta las 23 horas y medición permanente de CO2, entre otras medidas.
En este sentido, subrayó que el estado de Querétaro ha tenido un ritmo lento de recuperación para el sector turístico, por lo que el llamado permanente a los turistas es a practicar esta actividad de manera responsable, acatando los protocolos solicitados en los diversos destinos y empresas turísticas, portar siempre el cubrebocas y en la medida de lo posible, hacer siempre reservaciones con anticipación en los servicios de su preferencia, con la finalidad de evitar las aglomeraciones.
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